Pero años de esfuerzos incansables nos han permitido elaborar sistemas y reorganizar infraestructuras para poder predecir, soportar y reducir el impacto de las calamidades naturales.
La mayoría predijo una mayor incidencia de las enfermedades transmitidas por el agua y por vectores, como el paludismo, la fiebre del dengue y la diarrea.
En gran parte esto obedece a que los factores asociados son difíciles de predecir, como la magnitud de las actividades generadoras de energía y la electrificación, entre otros.
Para mejorar los índices de salud del ecosistema es preciso contar con medios precisos y exactos de predecir los efectos de los factores de agresión sobre los organismos marinos.
Aunque muchos países disponen de métodos adecuados para predecir las tendencias de la oferta y la demanda a largo plazo, otros todavía no han llevado a cabo dichas evaluaciones.
En las circunstancias actuales, es cada vez más necesario contar con la capacidad adecuada para predecir las situaciones de emergencia, prepararse para ellas con anticipación y dar una respuesta rápida.
El propósito era satisfacer las necesidades de información científica y operacional para predecir y vigilar los riesgos geofísicos, a saber, los terremotos, los volcanes y la inestabilidad de los suelos.
Según el Iraq, un modelo que sólo predice los daños o lesiones no es suficiente para eximir de la carga de la prueba que la Comisión exige para conceder una indemnización.
Realizaron análisis de la sensibilidad proyectando escenarios de emisiones bajas y altas en relación con el cambio futuro del nivel del mar y predijeron las repercusiones en las zonas y los recursos costeros.
Por ejemplo, Dominica estimó que el 15% de sus arrecifes de coral ya están sufriendo a causa de la lixiviación, y Papua Nueva Guinea predijo que podría inundarse el 25% de su litoral actual.
No hay duda de que la información en el mantenimiento de la paz es particularmente valiosa porque puede evitar o predecir amenazas inminentes, lo que permitiría evitar o minimizar el uso de la fuerza.
La capacidad de predecir el comportamiento futuro del ozono obliga a cuantificar la función de los procesos químicos y dinámicos responsables de la producción, la pérdida y la distribución de ozono, y sus incertidumbres.