Más de las tres cuartas partes de las 120 escuelas visitadas durante la misión carecían de material didáctico como tiza o pizarras, libros, laboratorios de ciencias u otros medios de enseñanza.
Para tener la pasta de dientes que tenemos hoy en día hubo varias pruebas y bastantes errores, había pastas hechas de tiza, polvo o ladrillo pulverizados ¡ay!
Por ejemplo: la palabra “tiza” es de origen náhuatl y se usa en todos los países hispanohablantes… menos en México, donde al mismo objeto le llamamos “gis” ¡que viene del latín!
En el centro del círculo de tiza que sus edecanes trazaban dondequiera que él llegara, y en el cual sólo él podía entrar, decidía con órdenes breves e inapelables el destino del mundo.