El vehículo fue impactado por muchas balas y los pasajeros, que estaban recogiendo trastos en la zona, abandonaron el lugar de los hechos después de que cesaron los disparos.
Ambas se dispusieron a despejar trastos y cambiar sábanas en el cuartucho diminuto y sin ventilación que a partir de aquella noche pasaría a convertirse en mi dormitorio.