Creemos que su presencia entre nosotros pone de manifiesto la importancia que atribuye su país a poner fin a la impunidad, que, como todos sabemos, es la causa de la inestabilidad en Burundi.
Adelante pasaran con el coloquio dueñesco, si no oyeran que el pífaro y los tambores volvían a sonar, por donde entendieron que la Dueña Dolorida entraba.