Bien, pues algunos analistas dicen que en los 47 años que Reino Unido formó parte de la Unión Europea, siempre mantuvo una postura digamos que algo… distante.
Le corté el pelo, lo vistió, le enseñó a perderle el miedo a la gente, y muy pronto se vio que era un legítimo Aureliano Buendía, con sus pómulos, altos, su mirada de asombro y su aire solitario.