Las mismas vulnerabilidades pueden también ser aprovechadas por organizaciones terroristas, con consecuencias negativas posiblemente mayores y menos previsibles.
El PNUD ha recordado a los administradores su obligación de preparar puntualmente evaluaciones del desempeño y, cuando corresponde, señalar las deficiencias.
Nos sentimos alentados también por la reafirmación del compromiso de los Estados Miembros de hacer frente a esas necesidades y vulnerabilidades especiales.
Un punto flaco del actual sistema es la insuficiente supervisión, en particular por parte del FMI, de las economías de los principales países industrializados.
No obstante, nos parece esencial destacar los aspectos favorables y las deficiencias de la resolución 1325 (2000) y proponer recomendaciones para su mejor aplicación.