A través del legado de Oppenheimer, podemos aprender importantes lecciones sobre la responsabilidad científica y el impacto de sus acciones en el curso de la humanidad.
Yo lo sé por experiencia, porque me he buscado muchas desgracias, y aun anoche mismo me vi bien en peligro en casa de Tragalumbre.¡Uf! ¡Sólo el recordarlo me da frío!
Pienso que toda esa hierba que le dimos durante ocho años, todos esos cuidados, toda esa solicitud, fueron una prueba de Dios para darnos una lección de prudencia y desconfianza del mundo.