A pesar de sus contribuciones al Proyecto Manhattan, se convirtió en un ardiente defensor del control internacional de las armas nucleares y abogó por el uso pacífico de la energía atómica.
Y la responsable de Asuntos Políticos de la ONU ha recordado que cualquier amenaza de usar armas nucleares es inaceptable tras el anunciado despliegue de armas nucleares tácticas rusas en Bielorrusia.