2.Insto a los líderes de los movimientos rebeldes a elegir definitivamente el camino de la paz y la negociación, en vez del combate y a demostrar un sincero interés por las conversaciones de paz sustantivas, en vez de los debates internos y mezquinos sobre la representación y los procedimientos.
2.¿Qué mayor dicha para dos enamorados que esa honrada consagración de su cariño, libertado ya del vil egoísmo de un mutuo amor sin fin ninguno y, lo que es peor para el amor mismo, sin esperanzas posibles de renovación?