No obstante, una autopsia halló 24 heridas externas en su cuerpo, tres costillas fracturadas y una costilla rota que provocaron lesiones en el corazón e indicaban que había sido torturado.
La cavidad torácica mostraba dos perforaciones: una en el segundo espacio intercostal derecho que le alcanzó a interesar el pulmón, y otra muy cerca de la axila izquierda.
Y apártense: déjenme ir, que me voy a bizmar; que creo que tengo brumadas todas las costillas, merced a los enemigos que esta noche se han paseado sobre mí.
Su dolor era improbable y escurridizo, y a veces parecía estar en el costillar derecho y a veces en el bajo vientre, y a menudo lo sorprendía con una punzada instantánea en la ingle.
Allí, dentro de una primorosa cabaña, esa Eva que Luo Ji había creado con una de las costillas de su mente, pasaba los días sentada ante una vieja chimenea, contemplando las revoltosas llamas del fuego.