En sus más de 50.000 metros cuadrados, lucen imponentes mausoleos, bóvedas de mármol y bronce, cenotafios de los más diversos estilos arquitectónicos, templos griegos e incluso pirámides egipcias.
El coronel habría preferido envolverse en una manta de lana y meterse otra vez en la hamaca. Pero la insistencia de los bronces rotos le recordó el entierro.
Maravillado estoy, Sancho, de la libertad de tu condición; yo imagino que eres hecho de mármol, o de duro bronce, en quien no cabe movimiento ni sentimiento alguno.