En ese sentido, se darán cuenta de que no solo han atrapado el gato por la cola equivocada sino que han atrapado el gato equivocado por la cola equivocada.
Solamente diría, para finalizar, que cometen un grave error quienes consideran que la cuestión de la reforma se diluirá y será como el gato Cheshire: que se tendrá una sonrisa sin un gato.