Esa imagen, la que interpretaba Kristoff, era la que querían mantener algunos rockerillos, en especial los antiemo: fuertes, rudos, superiores… fastidiados de estos adolescentes emotivos.
El guardia habitual de la Calle del Limbo, un hombre inmenso, rudo y bondadoso, sacó del bolsillo un porrón de whisky, y se lo ofreció a Murray diciendo: -Es costumbre, usted sabe.
En México, hasta la fecha, existe el estereotipo de que los hombres tienen que ser muy masculinos, fuertes, aparentemente sin sentimientos, rudos… Cualquiera que se saliera de esa línea podría ser etiquetado como gay.
El turco lo transformó en el único gol de un encuentro rudo y tosco, con 12 amarillas y una roja, que no certifica la salvación del Celta pero que es un respiro para los azulones.