Los costos incrementados de los vidrios especiales deberían sufragarse con consignaciones suplementarias y la ONUDI debería aportar una suma de 240.000 euros.
En lugar de trabajo, las mujeres han podido derribar los proverbiales obstáculos, y muchas ocupan puestos de nivel elevado en los sectores público y privado.
Habida cuenta de que un empresario tiene más libertad para organizar el tiempo de que dispone y de que es su “propio patrón”, no tiene que lidiar con el “techo de cristal”.
La mezcla de plutonio con vidrio soluble y desechos radiactivos podría evitar riesgos para la salud humana, ahorrar cientos de millones de dólares y allanar el camino hacia una política de no proliferación más sensata.