Ha descubierto la doctora Naomi Eisenberger, en Estados Unidos, que cuando alguien me pega un pisotón, y, entonces, eso duele, porque un pisotón duele, se activa una zona del cerebro, la corteza cingulada anterior.
Las patas del caballo tienen una combinación de músculos y tendones que funcionan como resortes: absorben energía cuando las patas tocan el suelo y la liberan para impulsar al caballo hacia delante.