Con todo, me halaga que el distinguido Embajador del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte haya querido comentar nuestra declaración de esta mañana.
El inocente tren amarillo que tantas incertidumbres y evidencias, y tantos halagos y desventuras, y tantos cambios, calamidades y nostalgias había de llevar a Macondo.
Mejor observadora que su hermana, con un temperamento menos flexible y un juicio menos propenso a dejarse influir por los halagos, Elizabeth estaba poco dispuesta a aprobar a las Bingley.
Pero el español que mucha gente habla en Los Ángeles, especialmente los que nacieron aquí de padres mexicanos, a menudo referido como pocho y eso no es considerado necesariamente un halago.
Convencido el cuervo por sus palabras y halagos, abrió el pico para cantar, por complacer a la zorra. Cuando abrió la boca, cayó el queso a tierra, lo cogió la zorra y escapó con él.