Claro que las mordeduras de murciélagos son peligrosas porque pueden transmitir rabia, pero el mayor transmisor de rabia a humanos es nuestro fiel compañero… Sí, el perro.
Y si esta ambición no estaba en todos los pechos, todos los peones comprendían esa mordedura de contra-justicia, que iba, en caso de llegar, a clavar los dientes en la entraña misma del patrón.
Al hallar el primer cráneo de un T. rex, con sus potentes dientes y quizás la mordedura más fuerte de cualquier animal de la tierra, nos lo imaginamos como una bestia feroz y tonta.