Normalmente uso gorra cuando me da pereza peinarme o yo qué sé, no tengo tiempo al salir de casa y me pongo la gorra y ya como que siento que escondes un poquito.
Todos los días hago lo mismo: me levanto a las siete en punto, me baño, me cepillo los dientes, me peino y luego voy al comedor de estudiantes a tomar el desayuno.
Cuando su madre le ordenó salir del dormitorio, no se peiné ni se lavé la cara, y subió al tren como un sonámbulo sin advertir siquiera las mariposas amarillas que seguían acompañándola.