Tercero, las armas deben controlarse y cada Estado debe ejercer moderación para impedir sufrimientos humanos innecesarios y la pérdida de vidas humanas.
La disponibilidad de armas pequeñas y ligeras está tan generalizada que la moderación de los suministradores tradicionales, aunque es absolutamente necesaria, no basta.
Contestó de buen ánimo y con mucho dominio el interrogatorio insidioso, y había que conocerla demasiado para descubrir que ninguna respuesta era verdad.