Tantos cambios ocurrieron en tan poco tiempo, que ocho meses después de la visita de míster Herbert los antiguos habitantes de Macondo se levantaban temprano a conocer su propio pueblo.
Barcelona es una ciudad que me encanta y me fue gustando cada vez más mientras me iba metiendo en su historia y ver cómo cambió tanto en el pasado y cómo va a seguir cambiando en el futuro.