Tal vez la representante de Armenia pudiera ayudarnos dando lectura al texto lentamente, a velocidad de dictado, como solicitó la representante de Jordania.
Esto le podría ocurrir también al personal de servicios de conferencias, como intérpretes, redactores de informes, mecanógrafos y funcionarios de conferencias que prestan servicios a estas reuniones.
Aquí se incluye todo un surtido de equipos de oficina (25) que incluye destructoras de documentos, máquinas de escribir manuales y eléctricas, sumadoras eléctricas y contadoras de dinero.
La capacitación rural específica que se ha ofrecido a la mujer era con mucha frecuencia inadecuada (mecanografía, en lugar de cursos informáticos), o estaba dirigida a trabajos sin excesiva demanda en el mercado.
Una tarde de sábado, Florentino Ariza la encontró tratando de escribir a máquina en su dormitorio, y lo hacía bastante bien, pues estudiaba mecanografía en el colegio.
Accedí, pues. Una vez dispuestos, sólo nos faltaba un elemento: una máquina de escribir en la que yo pudiera aprender a teclear y preparar la inexcusable prueba de mecanografía.
Era un cuarto muy pequeño, donde exhibía varias cosas, entre ellas la cama de fierro en la que nació, una máquina de escribir y otras pertenencias de su abuelo.
Mi decisión era firme como un poste: no habría boda ni oposiciones, no iba a aprender a teclear sobre la mesa camilla y nunca compartiría con Ignacio hijos, cama ni alegrías.
Yo tuve la suerte de nacer en una casa donde yo una vez metí en el rodillo de la máquina de escribir de mi papá un papel y, sin saber escribir, escribí letras.
Aquí tiene el dinero de la máquina. Esta tarde a última hora irá mi novio a recogerla —dije dejando el fajo de billetes sobre el mármol. Me agarró por la muñeca.—No te vayas, Sira; no te enfades conmigo.
Decidí separarme de ellos, aquello no me interesaba lo más mínimo. Lo que Ignacio eligiera bien elegido estaría. Qué más me daba a mí todo eso de las pulsaciones, la palanca de retorno o el timbre marginal.