En los meses siguientes, le abrió las puertas a empresas privadas —nacionales e internacionales— para que arrancaran proyectos mineros e hidroeléctricos, así estuvieran en zonas protegidas.
También defendía las tierras ancestrales lencas y buscaba proteger el medio ambiente de intereses privados y de los gobiernos que querían montar proyectos mineros, madereros o hidroeléctricos.