Dicha propuesta, que ha tenido una buena acogida durante los debates oficiosos que venimos celebrando desde enero, debería aceptarse sin problema y de manera consensuada.
Nuestro respaldo firme a la declaración de que hoy nos ocupamos también es producto de nuestra estrecha asociación con la sociedad civil de toda la Unión.
La Presidenta Kumaratunga (habla en inglés): Sr. Presidente: Lo felicito cálidamente por haber asumido el importante cargo de Presidente de la Asamblea General en su sexagésimo período de sesiones.
Sr. Presidente: Si se me permite, quisiera darle, en nombre de aquellos a quienes represento, nuestras más sinceras gracias a usted y a su equipo de colaboradores por los servicios que nos han prestado.
Su animada y creciente amistad a menudo lleva el mérito de ser el dúo original, el héroe y su compinche que durante siglos inspiró otras parejas de ficción.
En cuanto entraron los dos caballeros, Bingley miró a Elizabeth expresivamente y le estrechó la mano con tal ardor que la joven comprendió que ya lo sabía todo.
No nos habíamos vuelto a ver desde nuestra época de estudiantes, hacía casi diez años, así que me encantó encontrarme de nuevo con él y nos dimos un fuerte apretón de manos.
El campeón del mundo en Qatar 2022 recibió una ovación de miles de hinchas del club portugués cuando este jueves apareció por un balcón armado en el anillo del estadio.
Estos festejos son una ocasión especial e inmejorable para conocer la cultura del vino participando en las tradiciones y el ambiente popular que se produce en torno a la recolección de la uva.
Entonces el ruiseñor uniendo su pecho con más fuerza a la espina, entonó una melodía cada vez más vibrante; ahora cantaba a la pasión naciente en el seno de un joven y una doncella.
Y de él destaca su intensidad, la condensación de elementos, para que la emoción, corta e intensa, no disminuya, pues " un arte que no emociona, ha afirmado (...), sería un arte muerto, inexistente" .
Era evidente que le gustaba la casa, que pasaba todo el año soñando con el alboroto de adolescentes que provocaba su llegada, y que no andaba muy lejos de la vocación festiva y los desafueros hospitalarios de su padre.
Nos resultaba difícil entrar a un restaurante y no saludar en más de dos o tres mesas, llegar a la barra del hotel El Minzah o a la terraza del café Tingis y no ser requeridos para acoplarnos a la charla animada de algún grupo.