2.Existían, y todavía existen, estereotipos, en particular la creencia de que el lugar de la mujer es el hogar, que redundan en perjuicio de sus derechos.
3.Existían, y siguen existiendo, estereotipos perjudiciales que tradicionalmente han menoscabado los derechos de las mujeres, en particular la idea de que su lugar está en casa.
4.En las mentes de las mujeres, la preservación de la familia y la crianza de los hijos son sus tareas prioritarias, ubicadas en una esfera de estricta privacidad.
5.Las mujeres constituyen menos de la mitad (42%) de los perceptores de pensiones de discapacidad de la seguridad social general, sobre todo debido al nivel superior de discapacidad exigido para las mujeres que se ocupan del hogar.
6.Su capacidad para trabajar en el hogar se examina con el fin de evaluar su derecho a pensión y si no tienen derecho a percibir un complemento como dependiente de su asociado desempleado, pero sólo con respecto a sus hijos.
7.Esa situación es comprensible por la deficiente extensión de las actividades del mercado y por la distribución del trabajo por género, que limita la participación de la mujer a las labores domésticas que se extiende únicamente a la producción agrícola.
1.Estoy cansada -dijo la mujer-. Los hombres no se dan cuenta de los problemas de la casa. Varias veces he puesto a hervir piedras para que los vecinos no sepan que tenemos muchos días de no poner la olla.